4 de diciembre de 2010

Revolución y Remodelación


Y de naiden mas
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
El monumento a la revolución fue remodelado como parte de los festejos del bicentenario, aunque en este caso se justificó por el centenario de la revolución, el asunto estuvo a cargo del gobierno de la Ciudad de México, “el remodelante” al igual que el gobierno federal, no significaba garantía de cumplimiento en fecha exacta para celebrar con obra pública “la gran gesta”, sin embargo lograron terminar acorde al calendario cívico, aunque como ya es costumbre no sin polémica y consideraciones varias.

El “Menumento”

La remodelación del citado monumento y la plaza que lo rodea, del cual puede decirse es de origen coyuntural dado que este no fue proyectado originalmente como tal sino como la cede del palacio legislativo del gobierno porfirista. El proyecto original formó parte de las obras del centenario de la independencia y como suele sucederle aquellos gobernantes que buscan dejar su huella mediante obra pública rimbombante, al general Díaz no le alcanzó el tiempo y el proyecto quedó incompleto por el inicio de “la lucha armada”, la que posteriormente sirviera de pretexto para reutilizar la estructura de la inconclusa obra. 

Para la construcción de aquel “recinto legislativo” se convocó, por que no, a un concurso internacional, del cual se dice estuvo plagado de irregularidades y juicios varios, poniendo  una vez mas en duda la honestidad del gobierno del Gral. Díaz. El no siempre justificado ganador fue el arquitecto francés Émilie Bernard, quien propuso un estilo arquitectónico fuertemente renacentista con muchos detalles en ónix y mármol. Como parte del proyecto se mandó fundir una gran águila de bronce que como cereza del pastel se colocaría en la punta de la cúpula, la susodicha águila hoy se encuentra coronando un grande de la arquitectura de la época post revolucionaria: el Monumento a la Raza.

Terminada la “justa Revolucionaria” el Arq. Bernard regresó a México a ver si podía terminar su proyecto pero no encontró dinero ni intención del nuevo gobierno, su conclusión fue que con la estructura de acero de la cúpula mejor se podría hacer una suerte de panteón para “los hombres de estado”, pero por lo visto su idea no acabó de cuajar entre la nueva clase política y su propia muerte dio por terminado el proyecto, pero dejó la semilla de la idea a otros arquitectos mas afortunados.
Va a quedar de "pocas tuercas" Sr. Presidente
Proyecto para Palacio Legislativo
Emilie Bernard


La magna obra porfirista quedaría inconclusa hasta los años 30 del siglo XX, cuando el gobierno se preguntaba que hacer con semejante asunto y coincidentemente el Arquitecto Carlos Obregón  Santacilia en su perenne búsqueda de chamaba logró convencer al Ing. Mario Pani -quien entonces y para su fortuna despachaba como ministro de hacienda- de retomar la estructura y hacerle su monumento a la revolución mexicana. Porque no.

Al Arq. Santacilia le debemos entre otras cosas el edificio de la Secretaría de Salud (mismo que se ubica justo enfrente de la hasta ahora inconcluso monumento al bicentenario), el Edificio del Instituto Mexicano del Seguro Social (el que integra las escultura de su logotipo obra del escultor Oliverio Martínez -de la cual se presentan imágenes en entradas anteriores de este Blog- y que fuera obra del mismo autor de las esculturas que adornan las del monumento a la revolución) y el edificio Guardiola en el Centro Histórico.


Lo que queda del despacho
Colonia Juárez.
Ciudad de México
Para adornar la estructura de 65 metros de altura se hecho mano de Oliverio Martínez que al mas puro estilo post revolucionario, nacionalista y real socialista, realizó cuatro esculturas talladas en piedra que representan a la Independencia, las leyes de Reforma, las leyes obreras y las leyes agrarias. También se integraron cuatro nichos en la base de sus columnas para dar sepultura definitiva a algunos de los héroes de la revolución, probablemente con la idea no solo de otorgarle simbolismo mortuorio al monumento, sino también para que el pueblo tuviera la oportunidad de ir a rendirle organizado tributo a los héroes patrios, o en un plano personal ir a rezarles un rosario por su eterno descanso o para que la revolución les hiciera justicia.
Que me ves guey?
Conjunto escultorico dedicado a las Leyes Obreras
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
Aquí dice que no te pongas así!.
Conjunto escultorico dedicado a las Leyes de Reforma
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
Por que otra vez vino tu madre?
Conjunto escultorico dedicado a las Leyes de Independencia
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
Eso dice?, yo no encuentro!.
Conjunto escultorico dedicado a las Leyes  agrarias
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
El espacio que rodea al monumento tiene cerca de 30 mil m2 y se le dio tratamiento de plaza abierta con una doble intención, primero otorgarle magnificencia y escala urbana a la estructura, y por otro dejar espacio para que el nuevo gobierno congregara a sus huestes ante el símbolo, huestes que ya para entonces se encontraban bien amaestradas y organizadas en tres grandes sectores: el obrero, el campesino y el popular. El Arq. Santacilia ha de haber quedado feliz con el resultado, con su cheque y con su patrón. El monumento fue inaugurado en 1938 por el último héroe patrio, el Gral. Lázaro Cárdenas quien no solo realizó la primera conmemoración oficialista de la revolución y lo hizo en esta  plaza, sino que también inauguro, sin saberlo, lo que sería su propia tumba.

My Homeless
Monumento a la Revolución
Ciudad de México

Contexto es destino

A partir de los años cuarenta se comenzaron a generarse un conjunto de edificaciones en el perímetro de la plaza, proyectos habitacionales, comerciales y de oficinas, muchos de los cuales lograron mantener una altura, conjunto formal y perfil urbano muy adecuado a la escala del monumento y de la plaza. Para los años sesenta se dio, como en todos lados rienda suelta al modernismo arquitectónico y se realizaron varias obras que albergarían, como debía de ser en el entendido del gobierno heredero de la revolución, las sedes de las organizaciones sindicales afines al partido en el poder, entre ellas nada mas y nada menos que la Confederación de Trabajadores de México CTM y otras aberraciones sindico burocráticas de la época. Si la plaza del Zócalo era la sede de los poderes del estado la plaza de la república sería la sede de los poderes del partido post revolucionario, es decir, del PRI.

La paulatina degradación del sistema político posrevolucionarios también fue degradando el entorno de la plaza, los edificios sede de estas organizaciones político sindicales fueron perdiendo intensidad de uso, presupuesto y por ende las muchas o pocas cualidades físico arquitectónicas de sus edificios, participando con ello en la degradación y abandono social del espacio de la plaza. La zona central de la ciudad comenzó también su inacabado proceso de despoblamiento y para rematar en los años noventa se colocó frente al edificio de la CTM, justo en la esquina de la plaza senda estatua de uno de los personajes mas funestos de la época posrevolucionaria, nada mas y nada menos que de Fidel Velázquez, eterno líder sindical, pieza básica del PRI y modelo de lo que no se debe de ser ni hacer. Esta suma de condiciones demostraron una vez mas que el entorno hace a la plaza y no al revés, como política, poética y arquitectónicamente se piensa y se asume.

Iluminado
Frontón México
Plaza de la República
Ciudad de México


Espejito, espejito, quien es el mas bonito?...
Plaza de la República
Ciudad de México

Meditancias
Plaza de la República
Ciudad de México
El quinto pie del gato

Los festejos del bicentenario de la independencia y del bicentenario de la revolución dieron pie y despertaron las tentaciones para desarrollar magnas obras y obtener el apoyo y recuerdo perenne del respetable. El gobierno federal con su inconclusa Estela de Luz y a la par el gobierno de la ciudad con el proyecto de la plaza de Tlaxcoaque, mismo que tampoco pudo ejecutar, y ante el rotundo fracaso de construir su propia plaza optó por remodelar el monumento a la revolución y su plaza de la república. Políticamente la opción no fue mala ya que el gobierno federal prefirió festejar ante cualquier otra cosa a la independencia, dejando a la revolución en la orfandad celebrativa. Se arguyen varias razones para ello, la principal que el partido actualmente en el poder nunca comulgó con la revolución y también pensaba que festejarla implicaba honrar a su antiguo archirival el PRI, el cual mejor decidió no festejar ni una ni otra conmemoración para no darle bola a nadie. Ante esto el gobierno de la ciudad (que también se ostenta como revolucionario) decidió adoptar al huerfanito, bañarlo, cortarle su pelito, vestirlo de domingo y presumirlo para la ocasión.

El quinto pie del gato
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
El tercer pie del gato
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
El hecho de ser “una simple remodelación” no dejo de generar polémica, mas allá de la limpieza de la estructura, la  repavimentación de la plaza (dejándola al parejo del Paseo de la Reforma en cuanto a materiales y elementos de mobiliario urbano), la nueva iluminación y la colocación de una gran cantidad de bolardos, el gran tema a debate fue la inclusión de una estructura de acero y cristal para colocar un elevador que diera un acceso mas “divertido” del que daban las escaleras hacia la parte alta del monumento que incluye desde siempre un mirador (el acceso fue reabierto en 1995 por el Arq. Jorge Legorreta como delegado en la Cuauhtémoc y cerrado poco tiempo después por causas no explicadas), hacer mas visible la remodelada y generar un proceso de interacción ciudadana con el monumento al volverlo “útil”.

El asunto no fue menor pues no solo los atentos arquitectos, quisquillosos urbanistas y variopintos defensores del patrimonio histórico opinaron que el proyecto del Arq. Santacilia estaba siendo intervenido y modificado de manera grotesca y el elevador en cuestión no se justificaba ante la existencia de escaleras. El asunto llegó hasta el consejo de ICOMOS que también se sintió ofendido y dijo que resultaba inaceptable la inserción de una “quinta columna al edificio” y que a los monumentos como a las personas, hay que respetarlas al afirmar que “Lo que no pueden hacer es ‘priorizar’ un elevador por encima del monumento, eso no puede ser, es un desastre lo que están haciendo”.
Chainiado
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
El gobierno de la ciudad una vez mas hizo mutis y no se dejó intimidar ante la justa o injusta crítica, trabajó como siempre a “marchas forzadas pero conforme a programa” y no solo para los trabajos descritos sino también para edificar un estacionamiento subterráneo bajo la plaza, el que de plano no les dio tiempo de inaugurar y colocar una serie de postes con el nombre de cada uno de los estados de la República y otorgarle al conjunto el pomposo nombre de “El Paseo de la República”, mismos que solo servirán para que cada visitante del interior piense, y en su caso particular decida, orinarse en el poste de su respectivo Estado para marcar territorio y dejar huella del consabido “ya llegue” o del clásico “yo estuve aquí”. Esperemos que la gente se comporte, aunque sea por un tiempo.

También se reconfiguró y reinauguró el sótano de la plaza, mismo que desde 1986 tenia como fin el de servir como el Museo Nacional de la Revolución,  también se integró al espacio de la plaza una fuente “ de chorritos” y todo un sistema de iluminación para darle glorioso realce al sitio durante las noches y de paso “evitar la delincuencia”. El sistema de iluminación resulta por demás visibles y estorbosas durante el día, y si algo similar se hubiera instalado en algún sitio prehispánico para un “show de luz y sonido” hubiera resultado absolutamente inaceptable para las buenas consciencias ante la total falta de discreción en su colocación y ubicación, para muchas de estas instalaciones hubiera ameritado cuando menos la horca.
De vidrio para que no se vea
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
En mi red marinera
Monumento a la Revolución
Ciudad de México
A sabiendas

El artífice de todo esto es otro arquitecto: Felipe leal, secretario de desarrollo urbano quien se ha dedicado en alma a “rescatar el espacio público de la ciudad” o como otrora se dijera “a hermosearla”, en todo caso se dedica en cuerpo hablar muy bien de su chamba y de su jefe.

En sus propias palabras el Arq. Felipe “Irreal” define la remodelación como “una de las intervenciones más importantes en el área central de la Ciudad de México, por recuperar un espacio público” y con el fervor que solo las conmemoraciones patrias y  la memoria genera, agrega que “Jamás ninguno de los aquí presentes habíamos visto el esplendor en sus cúpulas, con este color del cobre, de los barandales de latón que ustedes pueden apreciar, y en todo su esplendor los cuerpos escultóricos de Oliverio Martínez”. Así mismo y ya entrado en gastos el otrora “autoridad del espacio público” no duda en afirmar frente a su patrón y sus huestes “ciudadanas” que la remodelación “Es la mejor manera con que la ciudad pueda honrar y conmemorar a la Revolución Mexicana, rescatando un espacio público, una obra de gran utilidad, son cerca de 360 millones de pesos, la mitad de un presupuesto de muchas otras obras inútiles que se han hecho. Ya derrotado ante la tentación histórica, el arquitecto nos hace ver hacia el futuro afirmando sin empacho alguno que “Es una obra que queda para la posteridad, es un legado que se deja para la Ciudad de México, una obra de enorme importancia en la economía de la ciudad, activará el comercio, la actividad turística, gastronómica, de vivienda, inmobiliaria en el entorno de esta plaza que se integra precisamente al Paseo de la Reforma”. Vamos pensando en erigirle su monumento y así quitamos el Don Fidel.
Detallazo!! 1
Plaza de la República
Ciudad de México

Detallazo!! 2
Plaza de la República
Ciudad de México

Detallazo!! 3
Plaza de la República
Ciudad de México
Pero mas allá de las buenas intenciones y el discurso, al día siguiente de su reinauguración era claro que la población se dio su vuelta por el sitio y el resultado social es todo un éxito. El monumento quedó rechinando de limpio y la discutida estructura de acero y vidrio que permite que un elevador de cristal de acceso al mirador convirtiéndose en la principal atracción del sitio. Ese día la fila se integraba por cientos de personas a pesar de los 40 pesos que se cobra por subirse al denostado. El museo, que resulta gratuito, tiene menos afluencia pero también se encuentra lleno de niños que con su cuaderno toman presurosas notas de las cédulas descriptivas que acompañan a las escasas piezas expuestas. La gente deambula por la plaza en pleno redescubrimiento revolucionario mientras busca alguna torta, tamal o tlayuda que complemente la visita y que por el momento no encuentra ante la falta de ambulantes y por tanto se ve obligado a buscar alguna alternativa en alguno de los 3 OXXOS o en el 7 Eleven que se encuentran en cada una de las esquinas de la republicana plaza.
La fuente es también el solaz espectáculo, aunque no tanto por su diseño y gracia febril sino por el hecho de que chicos y grandes corren a través de ella con el fin de mojarse y echar desmadre de lo lindo. Lo anterior, traducido en términos urbanos se podría definir como “el proceso social de apropiación de la ciudad por medio del espacio público de calidad”. El lugar es un “hit” y solo resta ver como el comercio formal e informal se beneficia de ello, adivinar cuanto tiempo puede durar en  condiciones de operación el elevador; así como regocijarse al ver como los inversionistas inmobiliarios sacarán la chequera para lanzarse desesperadamente a adquirir y renovar los inmuebles que circundan la plaza para poner (dios te oiga Felipe, o en su defecto grupo DANHOS o CARSO) viviendas, oficinas, comercios, restaurantes (di no al MacDonals el la plaza, si al Sanborns en el Frontón México) cafés con frapuchinos Light y, como “consecuencia lógica” de lo anterior, que la Colonia Tabacalera se transforme antes de que termine la actual administración en la nueva colonia Condesa. Si perdieron el teléfono de “Pancho” Serrano les podemos pasar el de “Javi” Sánchez o el de “Quique” Norten. Cada quien su apuesta. 
Falta de tino
Plaza de la República
Ciudad de México
Detallazo!! 4
Plaza de la República
Ciudad de México
Fuente de votos
Plaza de la República
Ciudad de México
Solaz
Plaza de la República
Ciudad de México
Viene y va
Plaza de la República
Ciudad de México
De delirio
Plaza de la República
Ciudad de México
Ojalá pudiera votar
Plaza de la República
Ciudad de México
Sol solecito
Estacionamiento subterráneo
Plaza de la República
Ciudad de México
Para renovarse
Plaza de la República
Ciudad de México

20 de septiembre de 2010

Y a todo esto, ¿donde esta esto?.




Prescindibles 2
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec
Todo ocupa un lugar.

El sitio elegido para colocar “La Estela de Luz” pocas críticas ha recibido o en su defecto no han trascendido, dos posibles razones para ello:

1.     1. Nadie se ha detenido a analizarlo ante los conflictos suscitados por el proyecto
2.     2. El sitio es bueno y nadie se ha percatado de ello

En todo caso bien vale la pena hacer la revisión dado que parte del “éxito” de este y cualquier otro monumento se debe en buena medida a su localización, su accesibilidad visual y/o física así como de la características de su entorno. Simplemente pensemos en uno de los grandes monumento de la ciudad: “La cabeza de Juárez”, el cual independientemente de su valor estético, simbólico y escala no podría encontrarse en peor lugar, lo que en este caso en particular es para agradecer.

Desconocemos al “autor” de la localización de la Estela de Luz y si se consideraron otras opciones (por ejemplo la glorieta de la palma, sobre el Paseo de la Reforma) o si se cayó en la tentación de hacerlo en pleno Zócalo, si alguien pensó en utilizarlo como forma de rescate de la glorieta de insurgentes o de plano se tuvo la ocurrencia de colocarlo en Santa Fe (para algunos, ese nuevo ombligo de occidente). Será difícil saberlo con la certeza necesaria para emitir un comentario.


Desde un análisis de diseño urbano básico (del que se enseña en las facultad de arquitectura) la localización responde a toda lógica: El Paseo de la Reforma es la avenida mas importante de la ciudad y por ende del país (al menos en términos de PIB nacional), sus principales intersecciones viales tiene una glorieta en donde lucen los monumentos “mas magníficos”: “El Ángel”, “La Diana”, “La glorieta de Colón, “El Monumento a Cuauhtemoc”, “La glorieta de la Palma” (con dobles comillas por no ser monumento pero si es glorieta), “El Caballito” (el de Sebastian y que no está en una glorieta) y mas allá de la zona conocida como el “corredor financiero”, sobre Reforma Norte, se ubican tres monumentos que probablemente sean los menos vistos y reconocidos a pesar de su escala y a quienes se dedican e invocan; el monumento a Cuitlahuac, al Gral. José de San Martín y a Simón Bolívar (de esté último habría que informar al Comandante Hugo Chávez a ver si con la indignación ante el abandono y la localización de segunda se propone a si mismo llevárselo para Venezuela donde si lo quieren bien ubicado).

Aquí y allá
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec
Avenida de monumentos con glorieta que según su traza original culminaba en el acceso al Castillo de Chapultepec y que con la ampliación del Paseo de la Reforma hacia las Lomas de Chapultepec y la construcción del Circuito Interior, la última sección de la avenida se transformo en un paso peatonal elevado en donde el “Altar a la Patria”  mejor conocido como el “Monumento a los Niños Héroes“ como remate escultórico – arquitectónico – urbano – político que fuera inaugurado en 1952 (diseñado por el también arquitecto Enrique Aragón Echegaray a quien también le debemos cambio por el monumento al Gral. Álvaro Obregón y la idea de poner su mano en formol para el goze de chicos y grandes) para honrar a los defensores de la invasión norteamericana. Para el año de 1964 se enreja esta sección del bosque y se construye como acceso monumental “La Puerta de los Leones”, la cual es medio reciclada dado que los felinos que la adornar originalmente fueron fundidos para la entrada del Palacio Legislativo que el Gral Porfirío Díaz mandara construir y nunca terminara. Edificio inconcluso que posteriormente se convertiría en el Monumento a la Revolución .

Pues justó ahí, en el remate del eje de la avenida reforma, frente a la Puerta de los Leones y quitándole el privilegio al  Altar a la Patria, se decide construir el Monumento al Bicentenario de la Independencia Nacional, también conocido como el “Arco Bicentenario” y “La Estela de Luz”. Ahí nomás…!!!, diría en ya clásica expresión Antonio Espino Mora mejor conocido como “Clavillazo”.

A continuación se presentan un conjunto de imágenes de cómo se encontraba el sitio en cuestión antes de que comenzarán los trabajos respectivos. Algunos de estos elementos no se podrán observar más. Estemos pendientes.

Directo "al kilo"
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec 

No hay mas ruta que la nuestra
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec
Todos para abajo 1
Parque Ariel
Paseo de la Reforma y
Circuito Interior

Todos para abajo 2
Parque Ariel
Paseo de la Reforma y
Circuito Interior

Súbale patrón!
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec
Nomás le faltó lo de abajo
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec
Por la orillíta
Av. Sonora y Paseo de la Reforma
Ya es tubo bueno
Parque Ariel
Paseo de la Reforma
Apretadito
Puerta de los Leones
Bosque de Chapultepec

Se llamaba
Parque Ariel
Paseo de la Reforma

9 de septiembre de 2010

La pura tentación

Así era la cosa
Plaza Mayor S. XVII
Plaza, ciudad, monumento e intrusos

De ese lugar socialmente bautizado como “El Zócalo” –así con mayúsculas- podemos decir muchas cosas, me ocuparé de ello en otro momento y, por que no, en otro espacio. Lo que ahora resulta relevante ante el título y objeto de este espacio son su “monumentos”.

Esta plaza, como cualquier otra, es espacio tentador para colocar en ella lo que su administrador en turno considere oportuno, independientemente de sus intenciones, ya sean estas de orden oculto, visible o indescifrable.

Por su condición histórica, urbana y simbólica, la plaza hispanoamericana ha sido espacio para el desarrollo de todo tipo de aconteceres históricos, la imperiosa necesidad de los estados y sus gobiernos para dejar símbolos que recuerden o cubran ciertos acontecimientos de relevancia histórica, o no, se ha hecho patente en el espacio de la plaza. El Zócalo de la Ciudad de México ha sido constante muestra de elementos urbanos, escultóricos, políticos y comerciales en todas sus formas, variedades e intenciones.

Me lo dejan bien parejito
Plaza Mayor S.XVIII


Forma, escala, uso e intención.

La otrora Plaza Mayor de la Ciudad de México ha sido receptora de todo tipo de elementos que dan para todo tipo de reflexión y especulación académica y/o social (¡teóricos marxistas, no se abstengan!), por ahora solo daré cuenta de los mas relevantes en términos históricos. Horca y picota (entendiendo por esta última  una columna de piedra o madera en las que se exponían los cuerpos o cabezas de los ajusticiados por la autoridad civil, elemento suprimido oficialmente por la constitución de Cádiz de 1813) fueron los primeros protagonistas simbólicos de esta plaza, dejando claro que la plaza pública tenía dueño y por tanto autoridad. La fuerza del estado, dirían algunos, autoritarismo, otros.

Después le seguiría la fuente, muestra de progreso y de la preocupación incipiente del estado por dotar de servicios públicos a sus gobernados, asunto derivado por cuestiones del “higienísmo urbano” planteado durante el renacimiento y traído al “nuevo mundo” por los virreyes formados durante el periodo Borbónico español. Este elemento urbano primero poseía únicamente un valor de uso al ser simple contenedor y posteriormente se le incorporó un valor de cambio (en este caso simbólico) transformándose en objetos artísticos para la ornamentación urbana. La segunda fuente de la plaza Mayor fue elaborada en España y obsequiada a la colonia por el rey como símbolo de su infinita bondad o, según la lectura, como mínimo agradecimiento por los favores y territorios recibidos.

En todo caso la fuente llegó a Hispanoamérica para quedarse, su representación política, estética, funcional, ornamental y de elemento geográfico (siempre marca el centro del espacio de la plaza ordenando las actividades en torno a ella) en poco se ha modificado. Como rémora de la fuente comenzaron a aparecer “mágicamente” representaciones escultóricas de quienes renovaban la plaza, construían nuevas fuentes u ordenaban el mercado que dentro de la misma plaza se generaba, es decir, representaciones del gobernante en turno o en su defecto, de quien lo había nombrado. Esculturas que para bien o para mal se establecieron en el sitio durante menos tiempo del que gobernaron quienes las ordenaron. De su calidad y representación poco se sabe y mucho se ignora.

En su momento la Plaza Mayor de la ya para entonces Nueva España dejó salir los antiguos elementos simbólicos y escultóricos de la antigua ciudad. El virrey Revillagigedo quien gobernara de 1789 a1793, llega para hacerse cargo de la Nueva España, descubre el caos imperante en la ciudad y comienza una amplia serie de reformas urbanas. Drenajes, reconstrucción y cancelación de acequias, alineamientos, la eliminación del rastro al costado oriente de catedral, la dotación de agua, limpieza, asoleamiento y elimina la fuente (que según las crónicas era la mar de sucia y apestosa), la horca y la picota. De refilón nivela la plaza dejando de ser de tierra para colocársele piedra.

Durante estas obras se descubren “casi a raíz” La piedra del sol y la Coatlicue, las cuales el gobierno virreinal reconoce y se adopta como símbolo de la cultura anterior, del conquistado. Ambas esculturas se conservan como muestra de que los conquistadores españoles dominaron una ciudad y una sociedad, y no simplemente un territorio de salvajes. La primera se coloca a un costado de la catedral para ser exhibida públicamente, la segunda denostada por su apariencia “diabólica” es enterrada nuevamente en los patios de la antigua universidad. El tema no resultaba nuevo y de las ruinas que Cortez dejó enterradas sobresalieron estos elementos con toda su carga simbólica.

Junto a estas acciones reformadoras Revillagigedo decide “hermosear” la Plaza Mayor y para ello debe ordenar y zonificar las múltiples actividades que en ella se realizan. Decide la construcción del mercado del Parián para contener la actividad comercial. Sus reformas hacen que los cronistas de la época lo considerarán “el primer urbanista moderno” de la Nueva España. Su ilustre predecesor el Marquéz de Brancinforte diseña y construye una rotonda cercada en cuyo centro se ubica la estatua de quien le otorga el puesto: Carlos IV (monumento ahora conocido como “el caballito”), suprime el cementerio del costado poniente de catedral, decide la edificación de la barda atrial para “delimitar las actividades de la iglesia” y con ello separar por primera vez lo profano de lo sagrado y de paso poner al centro, no solo de la plaza sino también del territorio conquistado, un elemento de gran carga simbólica: su Rey a caballo.

Tan bonito como el puesto
Plaza Mayor S. XVIII


Con ello la plaza se sacraliza, y si aquel virrey lo pudo, el resto de los gobernantes muestran su talante e intención histórica. Con la consumación de la Independencia la Plaza se vuelve lugar de culto a los héroes, arcos triunfales, estatuas, monumentos futiíes y grandes fiestas populares se realizan para recibir a los nuevos héroes y sus posteriores coronaciones. Gobiernos e iglesia la toman como propia, actos de fe, peregrinaciones y demás actividades de índole religiosa se la apropian junto con el desorden y el caos en la utilización del espacio por parte de una población que no esta dispuesta a “ceder la plaza”.

Tiempo después el general Antonio López de Santa Anna la hace propia y decide realizar un nuevo proyecto para remodelarla, el Palacio Nacional será reformado al igual que los portales, se elimina el mercado del Parían - representación última del poderío económico de los españoles- y sus actividades se trasladan a la Plaza del Volador. Con ello se libera completamente la plaza para el lucimiento y conmemoración de las hazañas militares del “Napoleon de America”, al centro de ella se proyecta el monumento a la independencia del cual solo se construye su base circular (zócalo) dejando el resto del proyecto para presupuestos mejores. La inestabilidad política y la precaria situación económica del gobierno nacional dejan nuevamente a la Plaza Mayor y a la ciudad a expensas de lo que resulte, incluidas invasiones extranjeras, quienes sin mayor gasto en falsos simbolismos simplemente colocaron su bandera sobre el Palacio Nacional provocando el infarto y la indignación de casi todos.

De perdida ponerle su piernita
Zócalo S. XIX


Modernidad centenaria

La modernidad Porfirista continua con la tradición tomando a la Plaza como plataforma de lanzamiento simbólico. El lugar y representación de lo que fuera la fuente – que para entonces ha perdido su valor de uso- es sustituida prácticamente a nivel nacional por un nuevo objeto: El Quiosco, elemento urbano de origen Frances cuya función es múltiple y básicamente pública: conciertos, discursos, bailes y todo aquello digno de ser difundido  y en su caso admirado. El hierro como elemento constructivo hace su aparición y el Quiosco hace gala del nivel de ornamentación logrado con este material, ocupando en muchos casos el lugar central que otrora fuera de la fuente. Con el tiempo y ante la falta de ímpetu y libertad que lo promueva, el quiosco se va transformando, en la mayoría de los casos, en espacio de venta para todo tipo de mercadería.

El Quiskito
Zócalo S.XX


Los elementos que “adornan la plaza” son en buena medida resultado de las actividades que en ellas se desarrollan y estas no son mas que consecuencias de la dinámica urbana en su conjunto, la cual deriva –con la debida disculpa a los antropólogos sociales- de la economía de la ciudad. Con la Revolución Industrial los medios masivos de transporte hacen su aparición y se apropian de la plaza que ahora resulta un nodo urbano de transporte . El tranvía, primero “de mulitas” y después eléctrico, toma el espacio que antes correspondía al rey de España y al mercado que lo sostenía.


El régimen posrevolucionario encuentran en el Zócalo el espació idóneo par su justificación histórica y política. Es el Zócalo el espació representativo de la nación y de su régimen político, de sus representantes y particularmente del presidente en turno. Así de fácil. En el año de 1926 el ministro de Hacienda Ing. Alberto J. Pani decide se remodele la plaza. Así mismo se modifica la forma y disposición de los espacios jardinados y se colocan cuatro  grandes esculturas en bronce, obra del escultor Francés Querol, que representan pegasos y cuatro fuentes en igual número de esquinas. Se retoman viejos elementos con el fin de sacralizar y nuevamente “hermosear” la plaza.


Palacio e Hipsográfico
Zócalo S.XX
El jardín y las fuentes, no sin diversas modificaciones, permanecieron en el Zócalo hasta el año de 1955, año en que los pegasos fueron trasladados a la explanada frente al Palacio de Bellas Artes de donde aun no vuelan. Ese mismo año la plaza sufrió su ultima gran modificación, pues bajo el gobierno de Miguel Alemán el modernismo ortodoxo de la arquitectura no se niega a la experimentación y se decide eliminar casi por completo el jardín de la plaza después de casi cien años de presencia. La concepción de plaza “hermoseada” fue completamente sustituido por una superficie pavimentada con un asta bandera al centro con una pequeña área que si bien no era arbolada si era “jardinado“, Durante un periodo de trece años este espacio y las bancas en hierro fundido, símbolo de un pasado pseudo colonial parecieran negarse a desaparecer del todo, hasta que fueron sustituidos definitivamente bajo el argumento de otorgar monumentalidad al espacio como conjunto y no una derivación de  sus elementos formales y de uso. La plaza y el espacio como un todo. Este culto tiene al parecer una eficiencia notable, gracias a la coherencia polimorfa de sus manifestaciones. Sea cual fuere el medio utilizado por el estado – libro, propaganda, monumento, museo, arquitectura o urbanismo – el discurso dominante se expresa a través de un sistema espacial al que nadie puede escapar: el patrimonio ideológico.


Aun mas parejito
Zócalo S. XX



Encuentre las diez diferencias
Concheros en el Zócalo


Sin embargo la tentación ahí sigue, la omnipresencia priista se abstuvo de colocar nuevos elementos en la plaza, o casi. Con la culminación del nuevo edificio del ayuntamiento y de la Suprema Corte de Justicia se conformó una plazoleta a un costado de la primera, para su digno adorno se mando construir un “conjunto escultórico” que representara la fundación de la ciudad por parte de los Mexicas. El conjuntito representa el avistamiento del águila devorando la serpiente, algunos hombre y una familia con todo y niños terminaron su peregrinar y lo señalan con el dedo no sin cierta cara de asombro y expresión de “ya la hicimos”.












El único elemento que se conservó desde el Porfiriato es el Monumento Hipsográfico, asunto medio extraño por tratarse de una figura femenina en un monumento dedicado a Enrico Martínez quien se destaca y se procura recordar por ser quien logró desecar el valle y contener las inundaciones. En su base se establecen una serie de datos geográficos como la altura de la ciudad sobre el nivel medio del mar, el nivel del lago de Texcoco y se nos ejemplifican las dimensiones del metro. Todo un caso.









Ya en los años setenta con el descubrimiento (meramente etimológico) del Templo Mayor, se cierra la calle de Seminario y se transforma en plazoleta poniendo en ella una especie de fuente que representa a la antigua ciudad de Tenochtitlán y se le agrega aguíta para dejarnos claro que se encontraba dentro a un lago. Actualmente es parada obligada de turistas que en grupo visitan el sitio del templo Mayor.







Donde...donde?
Monumento a la fundación de Tenochtitlan







Ahí, junto al metro!



Monumento a la fundación de Tenochtitlan
Cuando en 1986 el régimen del PRI pierde el gobierno de la ciudad y la plaza comienza a tomar mas un carácter de administración local sobre la Federal el espacio de la plaza se utiliza para cualquier tipo de cosas y ocurrencias. El gobierno en turno ve a la plaza como si de un espacio vacío se tratara que debe de ser llenado y ocupado a toda costa (lo vacio se pierde, lo lleno se apropia). A partir de entonces se vale todo y no importa nada. Lo simbólico se tira al caño y se da rienda suelta al “populismo plazero”. Por suerte no se construyen monumentos, exceptuando un pequeño busto del emperador Cuauhtemoc (no sin cierta reminiscencia contemporánea al primer jefe de gobierno) busto que como siempre no sabemos quien lo pagó ni cuanto le quedamos a deber.


Vamos,vamos... al circo Atayde Hermanos
Zócalo S. XX






















El Ingeniero
Busto de Cuauhtémoc



Atrio y espacio


El espacio que circunda la Catedral es asunto aparte, dentro de este, la iglesia no se ha limitado en sus representaciones y limitaciones, dejando claro que la tesis del espacio vacío no es estrictamente laica. En principio tenemos la estatua de Fray Bartolomé de las Casas, el cual ocupa el espacio dejado por el antiguo edificio del Seminario, el que al ser totalmente demolido durante los años cuarentas después de haber servido como vivienda, hotel, prostíbulo, lugar de juegos y cantina fue demolido, dejando chance para un jardín en cuyo centro  se coloca al dicho prócer (nos encantaría verlo prontamente sustituido por Enésimo Cepeda escala 4 a 1). Jardín que por encontrarse separado del espacio profano por la reja atrial solo algunos pueden visitar, además de haberse convertido durante varios años en espacio de guarda para materiales durante el largo proceso de restauración y nivelación de la Catedral.

En el extremo opuesto de la iglesia, a la entrada de las oficinas de la Catedral, se puede observar una par de esculturas de cuerpo completo que resguardan la puerta, no sabemos quienes son, pero sin duda algunos curas de otra época a quienes al parecer se les hace homenaje y se les concede el sitio por no caber en otro.


Cadenero
Atrio de Catedral


Pásele mijito!
Atrio de Catedral
Recientemente se colocaron dos elementos que son sin duda los favoritos de chicos y grandes, el primero tiene la misma forma que la piedra del sol y ocupa casi el mismo lugar, aunque obviamente lo que representa es muy distinta, el segundo y muy reciente es un elemento escultórico que según la placa fue generosamente donado por uno de los empresarios del agiotismo mas pecador y depredador que han existido en el país: Ricardo Salinas Pliego. Sin duda colgándose del símbolo y pagando de una vez las culpas, que no deudas, que poco probablemente acumule. El "sponsor" propone una escultura del papa Juan Pablo II y como estamos inmersos en tiempos de crisis en esta escultura se integra también la imagen de la Virgen de Guadalupe (padre y madre de una buen vez) y junto con ellos un pequeño conjunto de símbolos que solo los doctos en la materia pueden a bien interpretar (paloma, bastón, cristo crucificado y curiosamente un montón de llaves que conforman la parte posterior de la capa del pontífice y que seguramente están relacionadas a que en algún momento se solicitaron a los devotos que entregarán llaves para que con este material se fundiera la pieza y con eso ahorrarse otra lana). A saber.

De calendario
Atrio de Catedral

T-shirt 3-D
Estatua del Papa
Atrio de Catedral


Ahí están las pinches llaves! (del cielo)
Estatua del Papa (parte posterior)
Atrio de Catedral

En todo caso la plaza se presta para todo y de ahí su condición tentadora, así que, nuevamente, se aceptan propuestas conceptuales y sobre todo formales para definitivamente darle al Zócalo capitalino su monumento definitivo.


Te juro que se va a ver chingón!
Zócalo S.XXI




Efímeros y rápidos
Zócalo S. XXI


Hielito lindo
Zócalo S.XXI