9 de enero de 2011

Del olvido al ya me acuerdo

En entrega anterior de este Blog se habló  sobre el origen de los monumentos, sobre quienes deciden el tema, bajo que premisas, quienes los financian, quienes resultan los responsables de su diseño y se determina su ubicación. También se plantearon diversas sugerencias sobre que tipo de monumentos “harían falta” y cuales “resultarían necesarios” ante la vorágine temática y la desbordada creatividad generada en estos casos.

Como siempre el tiempo se encarga, si no de darnos razón, si de aclarar algunas dudas. Recientemente salió a la luz pública la propuesta que realizará la Señora Isabel Miranda de Wallace, quien por fuerza del destino se convirtió en tremenda luchadora social en pos de encontrar, primero a su hijo quien fuera secuestrado, y posteriormente a los culpables del hecho. Para sorpresa de todos logró lo que la policía responsable del caso nunca pudo hacer: encontrar a los culpables y el cadáver de su hijo. Por ello y no es para menos, le fue otorgada el mayor reconocimiento nacional en favor de los  derechos humanos y durante la ceremonia de premiación y frente al Presidente de la República pidió que se construyera un memorial a las victimas del secuestro, el presidente no pudo mas que aceptar públicamente la propuesta con o sin medir las consecuencias del caso.

Monumento a Cupido
Xico Veracruz, México
Su memorial

Por lo general, los memoriales o monumentos construidos en honor a alguien tienen que ver con hechos trágicos en los que se provocaron muertes inocentes: guerras, atentados terroristas o catástrofes naturales y muchos etcéteras. Algunos de los memoriales también se erigen para recordar a personas específicas que han realizado grandes obras o que se consideran magnánimas y por tanto deben ser recordadas en sus acciones o personas. Características particulares de los memoriales es que se ubiquen en el lugar de los hechos o en su defecto, justamente por su objetivo y función de recordar, es que se establezca en torno de ellos un espacio de tranquilidad, reflexión, silencio y respeto. Lo que no siempre se cumple o se recuerda.

Por todo el mundo se pueden encontrar memoriales destinados a recordar prácticamente cualquier hecho, podría aseverarse que el tamaño no importa, chicos, grandes o medianos en lugares centrales o donde se se encuentre espacio y den permiso, con la calidad estética que merece el caso o no. Memoriales que recuerden desde grandes hechos históricos hasta cuestiones prácticamente personales o de grupo. Los memoriales pueden encontrarse en una amplia diversidad de sitios, tanto  en espacios públicos o dentro de recintos cívicos o religiosos.

En la ciudad de México hace pocos años se inauguró un memorial a las víctimas del movimiento político estudiantil de 1968, el sitio está básicamente formado por una instalación multimedia cuyo contenido está sustentado por material de cine, video, fotografía y audio, así como por objetos y documentos que contextualizan el movimiento estudiantil y se encuentra dentro del conjunto habitacional Tlatelolco, lugar donde se sucedieron los hechos. En sentido opuesto en España esta por inaugurarse el Espai Memorial del Real Club Deportivo Español de futbol, en este memorial se busca dar un servicio destinado a acoger las cenizas y urnas de todos aquellos aficionados que quieran que el vínculo con el club de sus amores siga más allá de su muerte. Dicho servicio, pionero entre los clubes de Primera División, se ubica en el córner sur del estadio de Cornellà-El Prat y dispondrá de cerca de 1.000 metros cuadrados divididos en tres plantas, en las que está previsto que se construyan 808 columbarios individuales, 70 familiares –con espacio para cuatro urnas cada uno– y una espacio común, además de 4.256 placas conmemorativas. Todo esto decorados por distintas temáticas: afición, estadios, símbolos y victorias. Así las cosas y los pretextos.

El límite entre monumento y memorial se encuentra en el hecho de que el primero tiene un destinatario claro, un personaje o un hecho histórico (Carlos Hank, José López Portillo, Emperador Cuauhtémoc, Cristóbal Colón, Revolución, Expropiación Petrolera, Independencia y muchas otras ocurrencias), mientras que los segundos buscan recordar a un conjunto o grupo de personas. La linea es delgada y como prueba de ello es la múltiple existencia de algo llamado “monumento al soldado desconocido”, del cual en la Ciudad de México tenemos un ejemplo en el conflictivo cruce vehicular den Anillo Periférico y la Av. Ing. militares. Monumento que próximamente será, en la mejor de sus suertes, reubicado o como suele suceder removido a alguna bodega junto con muchos otros que corrieron con misma suerte ya que su localización "estorba" al libre tránsito de vehículos.

En todo caso el reto imaginativo que implica el edificar un memorial a las víctimas del secuestro no es menor, tampoco encontrarle una escala adecuada, un lugar y un presupuesto tanto de construcción  como de mantenimiento. Estaremos pendientes sobre el asunto y por que no, se reciben propuestas.

A la madre!
Coatepec Veracruz, México